ACNÉ
El acné es una enfermedad de los folículos pilosebáceos que están localizados en la cara, la espalda, el pecho, los hombros e incluso en la parte superior de los brazos. El tratamiento debe ser individualizado en cada caso, dependiendo del tipo de acné, de su severidad y de la edad del paciente. Suelen ser los adolescentes o mujeres embarazadas los que más sufren problemas de acné, aunque se pueden extrapolar a cualquier otro segmento de la población. De hecho, el 80% de la población de entre 11-30 años padece de acné y se puede alargar hasta los 50 años.
Hoy en día, gracias a los últimos avances en medicina, que cuentan con plataformas de láser y lo último en peeling para frenar las imperfecciones de la piel, incluido el acné.
Por lo general se suele englobar las diferentes manifestaciones del acné bajo el mismo término. No obstante es muy importante a la hora de realizar la consulta médica, determinar el tipo de acné que presenta cada paciente, por ello, comenzaremos a clarisficar bajo su terminología correcta los diferentes tipos de acné:
- ACNÉ VULGAR
Presenta puntos blancos, espinillas y granos pequeños en la piel de la cara y de otras partes del cuerpo (por ejemplo, espalda, hombros y pecho).
- ACNÉ PREMENSTRUAL
Los granos son pequeños y aparecen unos días antes del período en las mujeres debido a los cambios hormonales que se producen en el cuerpo.
En el caso de ya sufrir de acné en esta etapa las espinillas se hacen más visibles. La buena noticia es que desaparecen en menos de una semana.
- ACNÉ DEL BEBÉ
Los niños recién nacidos pueden tener granitos durante las primeras 72 horas de vida.
Este acné se relaciona con las hormonas que la madre le ha pasado a través del cordón umbilical y a la progesterona que se encuentra en su sangre. Se va curando con el correr de los días.
ACNÉ QUELOIDEO
Es común en los adolescentes o en la edad adulta en los hombres y está causado por un mal afeitado (una técnica deficiente, una cuchilla poco afilada o una espuma que genere una reacción).
La irritación de la piel conlleva al acné queloideo, que aparece en la barbilla y el cuello.
ACNÉ LATROGÉNICO
Es uno de los efectos secundarios de muchos fármacos, entre ellos:
Androgénicos
Anabolizantes
Anticonceptivos orales
Corticosteroides
Isoniacidas
Yoduros
Para poder tratar este tipo de acné es imprescindible cambiar el tipo de medicación, por supuesto, siempre bajo la prescripción de un médico.
- COMEDÓN
Es una lesión simple provocada por el acné común. Se trata de un folículo piloso obstruido por células cutáneas muertas o grasa.
Un comedón se transforma en una protuberancia de color rojizo y no presenta “salida” o “punta” como los granos.
El uso de ciertos productos de belleza o maquillaje así como también una limpieza ineficiente puede provocarlo.
Se recomienda elegir artículos “no comedogénicos” y lavar periódicamente la zona para que los poros no se obstruyan.
- PUNTO NEGRO
Es un comedón abierto en la superficie de la dermis. El exceso de oleosidad o de células muertas tapan el poro.
A diferencia de lo que se cree, este punto es negro por la reacción de la grasa al contactar con el aire no por la suciedad.
Los puntos negros deben extraerse de manera adecuada para evitar cicatrices o dejar rojeces.
- PUNTO BLANCO
Cuando el comedón permanece cerrado a la superficie de la piel se forman unos puntos blancos.
Estos se producen cuando la grasa y las células muertas no permiten que el folículo piloso se abra.
- PÁPULA
Se da cuando un comedón, punto blanco o negro se inflama y provoca una protuberancia de color rosado o rojo. Puede ser doloroso al tacto y causar mucha sensibilidad.
Si nos rascamos, pellizcamos o apretamos la pápula la situación puede empeorar y derivar en una cicatriz imborrable.
Cuando el rostro presenta muchas pápulas puede indicar que se sufre de acné moderado a severo.
-PÚSTULA
Otro tipo de grano inflamado, similar al punto blanco pero con una aureola o círculo rojo en los alrededores de la protuberancia. Generalmente en el interior alberga una buena cantidad de pus amarillo o blanco.
Es necesario evitar pellizcarlos o apretarlos para no causar cicatrices o marcas en la piel.
-ACNÉ ROSÁCEA
La rosácea es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, mayormente a los que tienen más de 30 años. Se caracteriza por marcas rosas o rojizas como si fuesen un sarpullido o erupción.
Las zonas de aparición más comunes son las mejillas, la barbilla y la nariz. En algunos casos se presenta rosácea en la frente.
Este enrojecimiento puede estar acompañado por manchas, granos y protuberancias.
Es más frecuente en las mujeres y, si no se trata a tiempo cuando es moderada, la rosácea puede ensanchar o inflamar los tejidos y provocar el engrosamiento de la nariz. También da lugar a una mayor visibilidad de los vasos sanguíneos de la superficie dérmica.
- ACNÉ SEVERO
Se caracteriza por presentar lesiones o protuberancias de mayor envergadura y ser muy doloroso.
Las lesiones no se pueden tratar fácilmente y es probable que un tratamiento inadecuado deje marcas y cicatrices que no se pueden borrar.
- NÓDULO
Es una gran protuberancia inflamada que al tocarla se siente firme. El nódulo se desarrolla en las capas más profundas de la piel y suele ser muy doloroso.
Deben ser tratados sin excepción por un dermatólogo para que la hinchazón de a poco se reduzca y los síntomas desaparezcan.
- QUISTE
Es una lesión grande y grave, rellena de pus con apariencia de burbujas.
Un quiste es bastante doloroso y, sí o sí, ha de quitarlos un médico (muchas veces se emplea anestesia local).
Quienes desarrollan quistes están dentro del grupo de pacientes con acné muy severo.
- ACNÉ CONGLOBATA
Es uno de los tipos de acné más graves que existe. Es, a su vez, muy peligroso, porque aparece cuando no se ha realizado ningún tratamiento previo y es más fácil que se infecte o duela.
El acné conglobota es más común en los hombres y aparece además de la cara en los muslos, pecho, cuello y brazos.
Se relaciona a problemas con el sistema inmunitario.
- FOLICULITIS PROFUNDA O DISEMINADA
Es el tipo de acné más grave y está causado por una infección bacteriana debido a un mal tratamiento o manejo de las pústulas y quistes.
Al ser tan complicado se debe tratar a largo plazo con antibióticos.