Con el paso del tiempo el lóbulo de las orejas va perdiendo volumen y se va deformando por el uso de pendientes pesados o incluso por plegarse al dormir, llegando incluso a rasgarse. Esta circunstancia, si bien no tiene trascendencia para nuestra salud, si que puede suponer un inconveniente estético ya que impide el uso de pendientes o obliga a tener más de un agujero. Actualmente se pueden solucionar ambas circunstancias.

El lóbulo rasgado se corrige con una sencilla operación de cirugía, que se realiza de forma ambulatoria y con anestesia local.

La pérdida de volumen del lóbulo y su deformación se solucionan con una simple inyección de ácido hialurónico de media o alta densidad. El ácido hialurónico es un componente que se encuentra de forma natural en nuestro organismo y que se va reabsorbiendo de forma paulatina. Con esta inyección de ácido hialurónico en el lóbulo de la oreja se consigue el rejuvenecimiento inmediato de la zona, ya que actúa como relleno y restaura el volumen que hemos perdido, consiguiendo una proyección inmediata de la zona y haciendo desaparecer incluso las pequeñas arruguitas que le dan al lóbulo un aspecto envejecido.

El procedimiento es sencillo, bastan unos pocos minutos, y es indoloro ya que se existen en el mercado productos que llevan incorporada una pequeña cantidad de anestesia.

Al tratarse de un producto que el organismo va reabsorbiendo el procedimiento debe repetirse aproximadamente transcurridos entre 7 – 8 meses a un año.

Tras el tratamiento se puede apreciar inmediatamente como el lóbulo recupera su tersura y turgencia, a la vez que vuelve a su forma original y se muestra rejuvenecido y listo para lucir cualquier tipo de pendientes.