El envejecimiento de la piel es uno de los principales problemas estéticos que más preocupan tanto a hombres como a mujeres. Y no solo la aparición de arrugas, si no que debido a los malos hábitos o a nuestro propio código genético también pueden aparecer el tan indeseado descolgamiento, flacidez y manchas que agravan más el problema de las ‘arruguitas’.

No obstante, cada vez es más fácil retrasar los síntomas del envejecimiento de nuestra piel e incluso eliminar sus huellas gracias a los nuevos y efectivos avances en cosmética y medicina estética.

Una mala alimentación, malos hábitos como el alcohol y el tabaco, el sol y el estrés son las principales causas del envejecimiento prematuro de nuestra piel y, sobre todo, del rostro.

Ya de por sí, nuestro organismo sufre un continuo cambio y por cada año que pasa va experimentando modificaciones lógicas. El envejecimiento es una de ellas. Lo que pasa es que este se puede agravar debido a nuestro mal ritmo de vida o debido a nuestra inconsciencia sobre el tema o hasta que aparecen los primeros síntomas. Y ahí ya puede ser demasiado tarde.

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No hay nada como dedicarnos un poquito de tiempo para ponernos delante de un espejo y observar con detenimiento la piel de nuestro rostro, ver qué problemas encontramos en ella y si según nuestras peores sospechas, ya han aparecido las primeras ‘arruguitas’.

Aunque no se puede hablar solo de arrugas como uno de los factores determinantes del envejecimiento de la piel. Puede ser que, sobre todo en el rostro, seamos más propensos a sufrir manchas o flacidez y ambos problemas ya dan aspecto de una cara envejecida. Por eso debemos ver de manera global este problema y tratarlo de tal manera.

Por ejemplo, el exceso de sequedad, las líneas de expresión (unas de las primeras en aparecer), arrugas profundas o descolgamiento de tejidos, son los principales cambios que sufre nuestra piel y nuestro rostro en el proceso de envejecimiento activo.